Para Madre Trinidad fundar en Ourense es un objetivo, operativamente hablando, totalmente estratégico ya que, por la situación bélica y violenta que está sufriendo España ha sacado a las religiosas que ha podido a Portugal pero un buen grupo queda todavía en Almería repartidas en casas de personas amigas como muchachas de servicio o trabajando en fondas y talleres en calidad de simples obreras pero unas y otras a merced de ser, en cualquier momento reconocidas como monjas y, como tantas otras detenidas y asesinadas. Ve en esta provincia gallega que tiene una frontera abierta con Portugal, la facilidad de ubicarse en España al tiempo que puede repartir las monjas entre Braga y Ourense y con estos cometidos hace algunos viajes entre los años 1935 al 1939. Se le dice a Madre Trinidad que es imprescindible para la aprobación de la nueva Congregación estar extendida por diferentes diócesis, presentar las cartas de acogida de los Señores Obispos respectivos por lo que procura establecerse en distintas provincias y así crece su interés por establecerse en Ourense. Con el paso del tiempo, volverá a la provincia de Ourense principalmente en misión de animar a la comunidad ya establecida y también como ruta para visitar las comunidades del norte de Portugal que había fundado en Oporto y Braga. Un personaje para hacer constar en la historia de Madre Trinidad y de la propia Congregación que tiene su lugar dentro de esta Ruta Gallega es Monseñor Diego Bugallo Pita al que trató durante un tiempo. Fue Administrador Apostólico de la Diócesis de Ourense, allí se conocieron y se entabló entre ambos una relación de mutua admiración que años más tarde, cuando Don Diego pasó a Madrid como Secretario de la Nunciatura Apostólica y Auditor del Tribunal de la Rota se disponibilizó para celebrar la Eucaristía diariamente en la Casa General; facilitó a Madre Trinidad la relación con varios Obispos que le dieron cartas recomendatorias para Roma a fin de conseguir la aprobación de las Constituciones y finalmente le acompañó y administró los Sacramentos en la hora de su agonía y fallecimiento.
La madre Trinidad a su vuelta de Roma en 1935 pasó por Ourense con vistas a fundar en esta capital. El señor obispo acogió con agrado la propuesta y le ofrecía el monasterio de San Esteban de Rivas del Sil. No fue posible que las monjas fuesen entonces, pero la madre Trinidad no perdió de vista fundar en Ourense a donde volvió con esta finalidad el 6 de febrero de 1937. Aceptaron la ofrenda del señor obispo de un palacio en Sobrado del Obispo y casi al mismo tiempo aceptó una casa con finca en Melias. Esta casa después de habitarla durante un corto periodo de tiempo la dejaron por no reunir las condiciones para la vida religiosa.
“Es el tercer viaje que hicimos a esta piadosa capital, y aunque aún no hemos lo-grado la casa e iglesia de las Mercedes que nos ofrecieron, estamos instaladas en la Carretera de Circunvalación en una casa buena que nos dieron en el 4º piso con capilla humilde y la santa misa todos los días no nos falta. Hoy hemos visitado al señor Obispo, que es un santo Obispo tan espiritual y humilde, nos ofreció ayudarnos y nos dio las llaves de las Mercedes; con ellas fuimos ala iglesia, antigua pero hermosa, parecía un hospital robado, sucia y llena de cascajo. Necesitamos mucho dinero para entrar allí. Me consoló mucho ver allí en el altar mayor una imagen hermosísima de la Santísima Virgen de las Mercedes, preciosa;al lado del evangelio otra igual de san José, y en la epístola nuestro padre san Francisco, de igual tamaño y muy buena talla. Le limpiamos el polvo, desnudamos los altares que tenían puestos los manteles negros como el velo, y en una capilla una Purísima vestida de tela muy sucia. Hacía 12 años cerraron la iglesia y sólo encontramos lo que dejo dicho. Nos trajimos las llaves del sagrario y los manteles. Mucho pido en mis pobres oraciones y hago que pidan veamos la voluntad de Dios y la cumplamos, Él sea bendito por siempre. Amén. Ahora parece quieren llevar los heridos de la guerra a las Mercedes y vendrán a hacerse cargo las Terciarias Franciscanas…” (M.T. Cta. desde Ourense, marzo de1937).
Es natural que nuestra Madre fuera varias veces durante 1937 en plan de exploración a la capital orensana. Por fin sabemos que se instalaron en un piso en la misma capital, luego se trasladaron a otro en el extrarradio del puente y por último le ofrecieron y estuvieron en el palacio del Marqués de Guizamónde, gran edificio en piedra que igualmente dejaron. (Cuad. de Madre Araceli. ”Fundaciones de la Madre Trinidad”).
Le ofrecieron también una fundación junto a la *ermita de la Virgen del Cristal, que no se realizó. (Cuad. de Madre Araceli. ”Fundaciones de la Madre Trinidad”).
“Siéndonos imposible prescindir de una casa en España, por consejo de nuestro padre confesor, Superior de PP. Franciscanos, fuimos a Ourense, donde la Revolución no había llegado, y presentándonos al santo e Ilmo. Sr. Obispo, D. Florencio González, M. Trinidad, M. Teresa de Jesús y sor Inmaculada, nos recibió bondadosísimo,ofreciéndonos lo que tenía: el monasterio de San Esteban de Cid o el Palacio de “Sobrado del Obispo”, que aceptamos por parecernos más fácil de arreglo que San Esteban de Cid, antiguo monasterio de benedictinos, muy estimado del Sr. Obispo. Hicimos las Preces para “Sobrado del Obispo”, que S. E. R. informó favorablemente y la Sagrada Congregación aprobó; el día 6 de febrero de 1936 se pidieron, y el 15 de febrero nos fueron aprobadas en Roma. El Señor nos conceda amarle y servirle en espíritu y en verdad. Amén.” (M.T.Esc. Cuad. 27).
Lo cierto es que así pasaron dos años hasta que mientras tanto de tantas idas y venidas nació la idea de instalarse definitivamente en Sobrado del Obispo, a 8 km. de Ourense. Era un viejo palacio que tenían los obispos para descansar en el verano, pero ya abandonado y sin uso. Allí entraron las fundadoras el día 3 de mayo de 1939. (Cuad. de Madre Araceli. ”Fundaciones de la Madre Trinidad”). Después de tanto deambular siguió la cruz, –entraron el día de la cruz- en el destartalado palacio de Sobrado, que sería la sede definitiva de la comunidad (Cuad. de Madre Araceli. ”Fundaciones de la Madre Trinidad”).