En Lisboa existía una organización llamada Obra de Educación Popular, de la cual era responsable el Sr. José Lancastre, gran amigo de la Madre Trinidad que en ese tiempo estaba buscando casa para establecerse en Lisboa. Junto con otro gran bienhechor el Sr. Palhão le entregaron la escuela de Laveiras a las religiosas de la Madre Trinidad. El edificio era y es de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores.
Desde el primer momento las hermanas que allí fueron desde Oporto y Braga trabajaron con gran sacrificio e inauguraron la casa el 11 de febrero de 1942. Estas hermanas fueron M. Teresa, Magdalena y Ma. Elena que era novicia española.
Al cabo de un tiempo se les juntaron unas religiosas (Hermanas Clarisas del Desagravio), que a pedido del Patriarca de Lisboa, D. Manuel Gonçalves Cerejeira harían la tentativa que formar una sola congregación, pero este intento no se llegó a concluir.
Con la colaboración de varias familias más acomodadas y con la buena volunta de las Hermanas, en seguida de su primer año de estadía en Laveiras, tuvo lugar una celebración de Navidad para todo el pueblo donde se hizo un gran esfuerzo para venir al encuentro de las familias más pobres.
La obra funcionaba como un internado para niñas, una guardería infantil para niños hasta los siete años y casa de formación profesional para chicas preadolescente y adolescentes como internas.
Además de la escuela, las Hermanas se ocupaban de la Iglesia. Como no tenían centro de salud, se abrió un ambulatorio donde dos médicos trabajaban de forma voluntaria y gratuita, el Dr Duglas Soares, Dr. Fernando Horta e Costa, dos asistentes sociales y con ellos una religiosa enfermera, Sor Filomena, que realizó una labor extraordinaria durante 18 años en el centro de salud, en el dispensario infantil y de lactancia. Hasta hoy es una religiosa querida y apreciada por todos en este pueblo. (Crónicas de la casa de Laveiras-Caixias).