El 26 de noviembre de 1897, tiene lugar su primera profesión religiosa y recibe el nombre de Sor Trinidad del Purísimo Corazón de María.
“No te desvíes del buen camino. La Comunión diaria será tu alimento, la Cruz será tu báculo, María tu estrella” – le dice el director espiritual, P. Ambrosio de Valencina.
“…el día 26 del mismo mes, festividad de los Desposorios de la Santísima Virgen y san José, profesé a las 10 de la mañana solemnemente, recibiendo mis votos el R. P. Ildefonso de Cuenca, guardián de Capuchinos de Granada.” (M.Trinidad)
(21 de noviembre de 1896 – 26 de noviembre de 1897) “Durante la ceremonia de vestición del hábito le cambiaron el nombre de Mercedes por el de sor Trinidad del Purísimo Corazón de María. La partida de este acto dice: «En el convento de Jesús-María de capuchinas de esta ciudad de Granada, en el día veinte y uno de noviembre de mil ochocientos noventa y seis, como a las cinco de la tarde, tomó el santo hábito de esta Comunidad sor Trinidad del Purísimo Corazón de María, que nació el veintiocho de enero de mil ochocientos setenta y nueve, siendo bautizada con el nombre de María de las Mercedes el treinta del mismo mes en la iglesia parroquial de la Encarnación de Monachil; hija legítima de don Manuel Carreras Chamorro, natural de Martos, provincia de Jaén, y de doña Filomena Hitos Linares de Monachil, provincia de Granada; entró en la clausura el día veinte y dos de julio del año mil ochocientos noventa y dos, habiéndole investido el santo hábito la reverenda Madre que suscribe, después de haber precedido en uno y en otro acto la aprobación por medio de votos de la reverenda Comunidad y la correspondiente licencia del dignísimo prelado, Excmo. e Iltmo. Sr. D. José Moreno Mazón que a petición de la referida madre abadesa se dignó dar comisión al M. R. P. Fr. Francisco de Benamejí, exprovincial de los PP. Capuchinos de la provincia de Toledo, Guardián del Convento de San Lucas de Barrameda y Supe- rior en comisión de esta residencia de Granada, el que bendijo la cuerda y el santo hábito y practicó las demás ceremonias, que previene el ritual de la Orden. Y para que conste lo firmo en este mi referido Convento el día veinte y uno de noviembre del año mil ochocientos noventa y seis.”
La madre Amalia María del Pilar, que fue abadesa en tres mandatos seguidos, desde 1898 hasta 1908, tomó como secretaria particular suya a sor Trinidad, lo que la llevó a tener que tomar contacto con los trabajos de gobierno y a un trato con personas ajenas, aunque próximas a la comunidad. Esta actividad sobreañadida no fue en detrimento de su adoración particular, sino que desde ella también servía a Cristo en esta nueva faceta de trabajo. Esta forma de actuar empezó a ser captada por sacerdotes y seglares que se sentían atraídos por el trato afable, tan lleno de Dios, que sor Trinidad les daba.