
La Cuaresma, es un tiempo litúrgico de conversión establecido por la Iglesia para prepararnos para la gran celebración de la Pascua. Es una oportunidad para reflexionar sobre nuestras acciones, arrepentirnos de nuestros pecados y hacer cambios en nuestra vida que nos acerquen más a Cristo. Durante este período, se nos invita a renovar nuestro compromiso de vivir de acuerdo con los valores cristianos, buscando mejorar como personas y profundizar nuestra relación con Dios.
Madre Trinidad vivía la Cuaresma de una forma muy intensa, le gustaba imitar a San Francisco de Asís, quien se consagraba a continuos ayunos, oraciones y alabanzas al Señor…
Compartimos con vosotros, algunas de las frases de Madre Trinidad en este tiempo de conversión y esperanza.
“Voy a ver si esta Cuaresma limpio mi corazón de tantas miserias como tiene y arrojo de una vez el amor propio y quede dueño absoluto mi Jesús Hostia”.
“…Esta Cuaresma que reanimen su fe y pronto tenga el consuelo de verlas santas a todas”.
“…Que hagan mucha oración y esta Cuaresma procuran guardar mucho silencio y ordenar de tal manera nuestro espíritu en Dios, que el Señor que tanto nos ama y tanto ¡nos pide! no se queje de nosotras que no le consolamos, haciéndole compañía, si no personalmente, en espíritu de reparación y amor”.
“Esta es su penitencia esta cuaresma, que el Señor os bendecirá y os dará el ciento por uno”.
“Rece por mi intención en esta cuaresma un vía crucis los domingos con mucha devoción, y ¡Dios se lo pague! Que el Señor la bendiga”.
“Pidan mucho estos tres días de reparación y amor a Jesús Sacramentado por mis intenciones”.
“…sus ayunos rigurosos, en el silencio; sus penitencias… en una caridad humilde y obediente como la suya… y si lo hacéis bien el Señor nos dará todas las cosas… por añadidura…”.
¡Feliz y santa Cuaresma!